sábado, 23 de agosto de 2008

Iban a cantarle a la lucha del pueblo yukpa

Reprimidos y detenidos por el ejército activistas
y luchadores sociales en la Sierra de Perijá


foto: Sabino Romero Izarra

A esta hora nos informa, un mensaje de voz que Tomás Becerra, activista por los derechos indígenas y comunicador popular, tachirense, esta detenido en el Fuerte Macoa.

Su detención en el puesto provisorio del ejército, que cierra el camino hacia las tierras recuperadas por las comunidades yukpas de Shaktapa y Guamo, parece haber sido, nos faltan detalles, violenta por que cuando se lo llevaron estaba sangrando.

No es para mi fácil escribir esto por que amo y conozco a su familia y compañera Adriana y pienso en ellos y en todos los que están resistiendo a esta hora en ese camellón rodeado de latifundios y como siempre fue, cuidado celosamente por los esbirros militares del gobierno.


Me duele no haber estado a su lado y compartir los golpes, porque aunque ya trajinado de la mano del cura Acasio Belandria, cura del pueblo, por allá por la cuenca del Arauca, supo de el la dura tarea de la justicia y supo de la bandera de la dignidad, fui yo el que en aquel pequeño apartamento de San Cristóbal le hablé de la pelea de las comunidades indígenas de Perijá y de la lucha por los territorios ancestrales de estas naciones indígenas, de las 260 mil hectáreas otorgadas en concesión a las trasnacionales mineras por los gobiernos de la democracia burguesa incluido este actual. le hable de como eran los que peleaban, los barí, los wayuu y los yukpas, le hable de como nuestro gobierno alcahuetea los planes de infraestructura del Imperio, le conté que no todos peleaban y que nunca como antes el dinero de la renta petrolera estaba sirviendo para desmantelar las resistencias verdaderas de nuestro pueblo. Vino a los montes de Oca, al norte de Perijá y conoció a su compadre, un wayuu dueño de la palabra (putchi) uno de los que no se vendieron, ni se han vendido.

De ahí se fue con su familia al amazonas donde se que todos los dias hizo lo debido. Tomás es un luchador, un militante de la causa humana.
A esta hora casi la medianoche del viernes 22 de agosto del 2008 deben muchos de mis hermanos y hermanas estar en medio de una de las mas duras formas de confrontación con los cuerpos represivos, la que sucede en un camino rural, lejos de la ciudad, donde ha esta hora duerme toda la gente. Iban los compañeros a cantarle a la paz que necesita realistamente el pueblo yukpa, a la paz con dignidad que el gobierno puede darles, comprando las bienhechurias que los latifundistas mas reaccionarios de este país tienen en esa ancestral tierra de caribes.

Iban a acompañar y a acompañar al último Caribe en pie de lucha, Sabino Romero Izarra, quien lleno de dolor y de rabia por los golpes, por su padre muerto, con una rabia digna y dura que todos heredamos pero que su pueblo inventó mientras moría
en la larga noche de los 500 años. Iban a ver a la familias que pelean juntas en las comunidades yukpas contrra los sicarios de la oligarquía ganadera, a las que aun no han cedido a el régimen del plato de las limosnas y al de el etnofagia estatal.

En Venezuela los que luchan contra el imperio no son los de la banderita y del batallón electoral, son los indios de Perijá, los mineros y los pescadores que en todos lados luchan y levantan la palabra contra el modelo de desarrollo salvaje y neoliberal que se prepara a través de los planes de infraestructura impuesto por la banca mundial. Los que entendieron que Chávez sólo es una oportunidad para adelantar las condiciones de la entrega, con un inesperado mecanismo de control social, la ilusión de la dignidad y un plato de migajas decorado con la ilusión de la justicia


Siguen llegando los mensajes, y hablan de disparos y bombas lacrimógenas en medio de la noche allá en la cuenca del Rio Yaza, entre los pajizales y el alambre de púa de los potreros.

Espero que Chávez este durmiendo bien, ese el sueño de los cabrones, sin tribulación alguna, que el Bolívar de los mantuanos lo arrope, porque el de las montoneras ha vuelto a sangrar por la vieja herida.
No podremos dormir mas hasta que Tomás y Sabino puedan contar nuestra propia historia.

por el camino de las comunidades

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