lunes, 6 de abril de 2009

No te deis al odio/ blas perozo naveda

No salgáis pa la calle sin camisa, no andéis en cotiza, no bebáis más de la cuenta, no habléis mal de la gente, no andéis descalzo, bañate todos los días, no fuméis, no manejéis rascao, no te sentéis a la mesa sin camisa y mucho menos en interiores, no andéis con esa gente que son malajunta, no hables con er gañote, no paséis por el frente de las visitas, no comáis carne jueves y viernes santo, no subáis los pies en los muebles, no cojáis sereno, cepillate los dientes, cortate las uñas pero no delante de la gente, no habléis con la boca llena, no te tiréis gases, no erupteis delante de los demás, pero por sobre todas las cosas, no te deis al odio. Porque por más sortaria(o) que seáis, no te deis al odio, por más que de la nada tengáis una finca, un centro comercial en los EE UU, un mollejero de casas aquí y en Miami, si no podéis probar de dónde sacaste los cobres, te vais a dar al odio. Ve a ver cómo hacéis paque a la gente se le orvide lo del abrazo y el apretón de mano que le diste a Carmona el 11 de abril del 2002. Eso fue muy mal hecho de tu part, y yo creo que por eso te diste al odio entre el 71 por ciento de la población venezolana. No te deis al odio. Lo único que tenéis que hacer es eso. Probar que los recursos del estado son tuyos y que. Que vos manejáis eso con criterio propio, con rumbo popio, pues. Que vos podéis descoger de ahí, esto pa esto esto aquello y me ponéis eso en la cosa tal y cual y vos sabéis. Ah mirá, pero me traspasáis paladeallá la de masacá. Y asi. Más claro no puede ser. Por mí parte y la del cura, nunca vimos tan mal tu sintaxis, tu manera atrabiliaria de emplear la lengua del conquistador ese, de Cervantes, de Quevedo : estábamos seguros se trataba de una estratagema de César Chirinos, que alguna vez te hubo de impartir un taller de expresión literaria y, en consecuencia -creía yo- eras unos de sus personajes, en plena acción renovadora del idioma. Craso error de mi parte. Tu fuente primigenia del conocimiento eran los griegos, sobre todo Monteskiú, antes de los griegos. Eso decía el chino Vidal, en Asi habla Montekiu, refiriéndose a vos, claro. No te deis al odio porque, por más que sea, dicen que vos sois un mestro. Y Mestro es Mestro mano. Mestro no es cualquiera manito. Er Mestro verdadero da la cara, es ejemplo. Fijate que el día aquel de la ausencia de poder, en la asamblea de la Apuz, había un veritable Mestro, con su cuadejno enrrollao y todo que, ante tu verdadero ejemplo de apoyo al demócrata Carmona, pidió la palabra y así dijo: ”No hay problema, ellos son los indios y nosotros somos los vaqueros. Saquemos los rifles”. Su imagen es para mi inolvidable: Un mestro catirote, rosado más bien, pelo flechudo, entrecano, barriga bien cuidaita, botón a pique, ojos saltones. La verdadera imagen de un Mestro que vos seguramente habréis copiado, para ser tan democráta, acráta, fino, fisssno bien peinado, ado, bien hablado, chado, pescado. No salgáis pa la calle sin camisa, no te deis al odio.


Profesor
Panorama, 04/04/2009

No hay comentarios.: